Cintas de suspensión, tu entrenamiento en la maleta
Un material polivalente, fácil de transportar e instalar

El entrenamiento en suspensión es una forma de entrenamiento que surgió entre los miembros de la Armada de los Estados Unidos (Navy SEAL), quienes para mantener su condición física durante las misiones, a falta de equipamiento y espacio adecuado, comenzaron a utilizar algo parecido a las actuales cintas de suspensión preparado con cinturones de paracaídas cosidos a mano.
El resultado de este diseño inicial por los componentes de la armada fue un material altamente polivalente caracterizado por permitir un entrenamiento en el que la fuerza es ejercida por la carga del propio peso corporal, sin necesidad de utilizar otra carga adicional, con el que se llevan a cabo multitud de ejercicios funcionales cuya intensidad es fácilmente adaptable a las capacidades de cada individuo modificando el ángulo del cuerpo respecto al suelo durante el ejercicio o la distancia del deportista al punto de anclaje.
El interés de dar a conocer en este artículo las características y posibilidades de este material viene principalmente por la sencillez del mismo, la cual nos permitirá añadirlo a nuestro equipaje estas vacaciones para poder realizar entrenamientos variados, divertidos y eficientes en cualquier espacio que cumpla unas mínimas condiciones: contar con un punto de anclaje en el que instalar las cintas de suspensión (columpio, árbol, etc) y 4 m².
¿Qué tipo de trabajo podemos realizar con el entrenamiento en suspensión? Todos los ejercicios que puedas hacer con este material van a implicar la movilización de grandes cadenas musculares, activación conjunta de diferentes grupos musculares que darán un importante enfoque funcional a tu entrenamiento, además de un mayor gasto calórico que ejercicios de tipo convencional. Entrenamientos de fuerza para todo el cuerpo con ejercicios específicos para cada grupo muscular tanto de tren superior como inferior, potentes trabajos para la mejora de la fuerza y estabilización del core y esfuerzos de tipo interválico mediante circuitos para cubrir el componente cardiovascular que completará tu entrenamiento.
Puedes plantear rutinas equilibradas que incluyan 8 ejercicios diferentes combinando tren superior e inferior. Es recomendable consultar a tu entrenador o monitor de gimnasio sobre qué ejercicios pueden ser más seguros y beneficiosos para hacerlos de forma autónoma. Realiza 3 series de 30-40 segundos por ejercicio (recomendable en modo circuito para hacer el entrenamiento más ameno y divertido) con un descanso de 30-45 segundos entre cada uno. Por supuesto, sería ideal acompañar estas rutinas con algo de actividad física de tipo aeróbico realizada a una intensidad moderada que puedes llevar a cabo antes o después del entrenamiento en suspensión o en días diferentes.
Así que estas vacaciones recuerda incluir en el equipaje unas zapatillas y ropa deportiva, unas cintas de entrenamiento en suspensión y un buen “puñado” de ganas y energía para sacar adelante ese mínimo de actividad física que tu cuerpo necesita y que seguro te ayudará a disfrutar aún más en tus días de desconexión y relax.

